México.- La música de salsa, cumbia y bachata en el barrio no puede faltar y tampoco aquellos o aquellas que quieren llamar la atención en una fiesta, pero no siempre lo hacen de la buena manera, pues buscan hacerlo por la mala, pero no quiero entrar en esos detalles, esta historia es de Dylan un Chavo de la colonia que se la vivía en la fantasía de ser un “Cholo” el homie que se la pasaba tirando barrio.
-Que tranza vatus, sigues en tu barrio
-Simón esé aquí puro chicano
La verdad es que de Cholo o Chicano tenía lo mismo la honradez y cordura de un político, pero le gustaba esa fantasía de ser un malote, sin trabajo, sin estudios, siempre con hambre, pero no se atrevia a robar ni a trabajar, el vivía en su mundo, cuando conseguía unas monedas prefería la chela y la hierva. Las morras no le faltaban, pues ellas sentían una atracción extraña hacia el Cholo.
Cada vez más chavos y chavas se reunían con el, para no hacer nada y simplemente ponerse en la esquina a escuchar música, platicar y soñar, uno de ellos que le apodanban el combi, trabajaba en la carpintería de su papa y se le ocurrió un día hacer una pistola de madera, la pinto de negro, vaya que se veía muy real.
La llevo a la esquina con sus amigos y ellos al tan solo tenerla en la mano ya se sentían poderosos con una pistola de madera, no faltó el vato que dijo “Deberíamos Atracar” Simón ya salió para las CHELAS.
Ninguno tenía el valor para cometer un atraco, y solo seguían jugando a ser un personaje más de la película Sangre por Sangre que no dejaban de hablar de ella.
“Que tranza vatus tengo pachanga en Topilejo para el sabadaba, ¿quién jala?”
La muerte estaba cerca, disfrazada de panchanga.
Todos se arreglaron para ir a la fiesta era una boda de alguien que no conocían, total una fiesta significaba una cosa para ellos, chelas, comida y baile gratis, pues sin trabajo y sin dinero no podían aspirar a más, unos a duras penas consiguieron unos cuantos pesos para pagar los camiones que los llevarían a su destino.
Al llegar al lugar comenzaron a visualizar el territorio. “Wacha no hay ningúna Jaina buena” vamos por las chelas, al mismo tiempo que pasaban a la casa sin conocer a nadie, solo los invitados se miraban unos a otros preguntadose sobre quienes eran eso 9 chavos y chavas que había llegado como Juan por su casa.
Dilan se había llevado la pistola de madera, solo para andar de farol, la tenía en la cintura cubierta por su playera, las cervezas comenzaron a subirse a su cabeza, unos sujetos con aspecto norteño se le quedaron viendo, esto no le gustó a dilan que sin pensarlo se subió la playera unos segundos para mostrar la pistola de madera y lanzar una mirada retadora.
A sus 17 años no sabía medir riesgos, no distinguia entre la realidad y una fantasía, su ignorancia le costaría la vida, al retar a unos narcomenudistas de la zona y el sin saberlo había comprado un pase directo a la muerte.
Fue cuestión de minutos donde el sonido de las balas y gritos de terror causó confusión, dilan se desplomó en el suelo con 5 balazos en su cuerpo, todo fue oscuridad…
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1 comentario sobre "Entre el baile y las balas murio por andar de farol"