Por @IroniaLD, CDMX.- En algún momento de nuestras vidas nos ha tocado o nos tocara el tener que expresarnos de una forma adecuada ante uno o muchas personas, tal vez todos sepamos hablar, pero el arte de expresarte de una forma en que cautives a tu interlocutor o el expresar de una forma clara tus sentimientos, emociones o deseos no siempre es fácil.

La oratoria ha sido considerada como un arte debido a su finalidad de fina expresión y la transmisión del hombre paras recrear y /o transmitir ideas, emociones y la visión general del autor.
El poder comunicarnos con nuestros hermanos, padres, hijos, profesores, jefes, etc., de una forma no solo asertiva sino elegante y persuasiva es una habilidad la cual podemos desarrollar, para ello existen algunas cualidades que se deben de considerar para lograr esta fina comunicación.
La oratoria nos va a permitir ponernos ante cualquier público y “engancharlos” en nuestra platica, definitivamente el autocontrol, seguridad y la aplicación de técnicas de una buena oratoria son básicas en el desarrollo de tu formación como un buen orador. Básicamente la definición de oratoria es el arte de expresarnos con elocuencia ante un determinado publico logrando persuadir y conmover a nuestros interlocutores.
Empecemos por el principio, un buen orador nace, se hace, por lo que no debes de desanimarte si como yo, en algún momento pasaste a exponer a la clase y simplemente te quedaste petrificado, desarrollando ciertas cualidades y practicando podemos superar ese miedo.
Hay habilidades que debemos de desarrollar, implica la capacidad de poder hacer cosas de manera correcta y con facilidad así que como sabemos, la practica hace al maestro. Recuerda que siempre tu seguridad es la que te va a abrir las puertas por lo que considero es lo primero que debes de fomentar en tu forma de actuar, tu personalidad y pasión por hacer las cosas te ayudaran a perderte ese miedo.
Otra de las cualidades que debemos de dejar que fluya es la imaginación, recuerda que debemos potencializar nuestra creatividad para poder crear temas de interés y evitar que nuestro público se aburra o pierda el interés. Para esto también es necesario considerar nuestra claridad de expresar nuestras ideas, no basta con decir mucho sino decirlo concreto y digerible para nuestro público.
Esto me lleva a una de las primeras cosas que debes de hacer, necesitas conocer a tu público. No es lo mismo hablar ante adolescentes que ante un grupo de personas adultas, debes de identificar bien el tema del que se va a hablar, lo cual es muy importante, debes de conocer bien el tema, esto de dará seguridad y fluidez al hablar.
Siempre busca un buen comienzo, algo que atrape a quien te esté oyendo. El tener un excelente inicio es básico así que no olvides considerar todos los factores con los que podrías enfrentarte.
Definitivamente tienes que practicar, si estamos hablando de un discurso o una simple presentación, tendrás que repetirlo tantas veces sean necesario, recuerda que no se trata de memorizar, ojo e importante si conoces el tema, podrás cubrir todas las preguntas que te lleguen a hacer y sobre todo tener el control de tu mente sin mencionar imagen profesional y excelente preparación que proyectaras.
¿Qué me dices de tu lenguaje corporal?, sabemos que muchas veces nuestro cuerpo nos puede traicionar, así que deberás practicar mucho tu lenguaje no verbal y movimientos de todo tu cuerpo, sobre todo las manos que muchas veces enfatizan lo que vamos diciendo y la realidad es que muchas veces no sabemos qué hacer con ellas.

El público se fija mucho en nuestras manos, así que no está de más que practiques ya que no se trata de hacer grandes movimientos ni meter ambas manos a la bolsa. Un buen orador lleva de gane la mitad del comino, pierde el miedo a lo diferente y atrévete a mostrar tu voz recuerda que el que no arriesga, no gana.
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