**Lunes, 3 de marzo de 2025**
*Redacción por NR Comunicaciones*
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**Despertar trágico en San Bartolo Ameyalco**
En la madrugada del 3 de marzo de 2025, la tranquila plaza principal del pueblo de San Bartolo Ameyalco se convirtió en el escenario de un violento crimen. Un hombre fue últimado de un disparo certero, cuyos ecos resonaron en la comunidad, generando consternación y temor entre sus habitantes. A la 1:45 de la mañana, los residentes del área reportaron disparos, lo que llevó a la intervención inmediata de las autoridades.
Los primeros en llegar fueron los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes encontraron el cuerpo sin vida del hombre tendido sobre la vía pública, junto a la fuente que tanto caracteriza la plaza. Inmediatamente se estableció un cordón de seguridad para preservar la escena del crimen, mientras que los paramédicos que arribaron al lugar solo pudieron corroborar que el hombre carecía de signos vitales.
Los miedos urbanos se hicieron palpables; el pueblo, conocido por su calidez y sentido de comunidad, se vio sacudido por la crudeza de una realidad que muchos preferían ignorar. La jornada del lunes comenzó con un tinte sombrío, recordando a los pobladores que, a veces, el silencio de la noche esconde peligros inexplorados.
La llegada de los peritos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) fue un paso crucial en la siguiente fase de esta tragedia. Equipados con tecnología forense, comenzaron a recabar indicios sobre el crimen, mientras realizaban el levantamiento del cuerpo para su traslado al Instituto de Ciencias Forenses. La información sobre posibles motivos del asesinato se mantiene en la penumbra, pero las autoridades están determinadas a esclarecer el hecho.
La revisión de cámaras de seguridad se presenta como una de las herramientas más relevantes en este caso, con la esperanza de obtener pistas sobre posibles altercados previos al ataque y también sobre la ruta de escape del o los presuntos homicidas. En la oscuridad de la madrugada, el pueblo espera respuestas que parecen deslizarse entre los pliegues del misterio.
Hasta el momento, las autoridades no han realizado detenciones, lo que ha incrementado la inquietud entre los habitantes. La pregunta resuena en la mente de muchos: ¿por qué ocurrió este crimen en un lugar que parecía ser un refugio de paz?
La comunidad de San Bartolo Ameyalco ha comenzado a unirse en grupos para discutir los hechos y buscar maneras de garantizar mayor seguridad en sus calles. A través de reuniones y vigilancias vecinales, intentan hacer frente a la sombra del miedo que ahora los acompaña.
Este trágico suceso no solo afecta a la víctima y sus seres queridos, sino que también remarca la vulnerabilidad de una comunidad que anhela vivir en paz. San Bartolo Ameyalco, con su rica historia y tradiciones, se enfrenta a un reto decisivo en la búsqueda de la justicia y la recuperación de la tranquilidad que caracteriza a sus calles.
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